Llapur

"Mi vida la he echado en el ICAIC". Entrevista a Santiago Llapur

Mar, 03/19/2024

¿Cuando usted escucha la palabra ICAIC qué le viene a la mente?

Mira, ICAIC es mi vida. En ICAIC, yo he echado todos mis años, yo empecé aquí muy joven estudiando todavía en la universidad y empecé de contador en una película que se llamaba: Joven rebelde, a la altura del año 61, o sea, que por eso carácter de haber entrado en febrero del año 61, soy considerado fundador del ICAIC. Mi vida la he echado en el ICAIC, es un gran amor por este organismo, un sentido como dicen la gente de: propiedad prácticamente, en la cual uno quisiera siempre lo mejor para el organismo.   

¿Cómo usted llega acá al ICAIC?

Yo estoy estudiando Ciencia Comercial, en la Universidad de la Habana, lo que es hoy Economía y entonces donde yo estaba viviendo, habían dos personas que trabajaban aquí y como estudiaba contabilidad me dijeron que había una plaza de contador para una película, que fue: Joven Rebelde; yo ni corto ni perezoso enseguida vine para acá a trabajar, ganaba un poco más que donde yo estaba trabajando. Y entonces me dieron una cajita creo que era con 90 mil pesos, en aquella época era igual a 90 mil dólares y me fui para la Sierra Maestra a firmar la película, en la cual yo tenía que llevar la nomina de técnico, actores y todo el mundo. Y entonces cuando vine me puse a trabajar en, bueno no continúe en la producción en aquel momento porque me limitaba mi acceso a las clases de la universidad, o sea, tenía que decidir y me puse a trabajar en oficina hasta que termine la carrera y en un momento dado en que la contabilidad en Cuba había perdido el valor que realmente tuvo siempre, pude pasar para producción, desde entonces estoy desde el 68 estoy trabajando en películas.

¿Sí usted volviera a nacer, escogería este trabajo?

Pienso que sí, uno, mira el problema es que aquí el trabajo se te reconoce, yo he hecho películas en los años 72, en el año 74-75 que aún la veo y la disfruto, o sea, que esta la obra; como el que escribe un libro que es perecedero y cuando trabaje en contabilidad mis mejores balances, eran los míos, pero eso no era reconocido, ese era mi trabajo. Y sí hay mucho amor por el cine por lo que hago, de hecho yo estoy en edad de retiro hace tiempo y no he querido desvincularme del medio.

¿Qué piensa usted del futuro del cine en general y del cine cubano?

Mira, el cine se une mucho más a la televisión, o sea, se van esos caminos confluyen y el ICAIC será un organismo rector pero aquí se está diversificando mucho el cine, en estos momentos no podemos decir que son independientes; son alternativos porque realmente necesitan de una sombrilla del estado, ya sea el ICRT, ya sea el ICAIC para los permisos y una serie de cosas. Pero hay muchas empresas aquí que ya prácticamente constituidas prestando servicio a producciones extranjeras y con algunos logros, hay algunos proyectos que han sido buenos.

Después de tantos años como productor ¿Qué cualidades usted cree que deba de tener un productor?        

Honestidad básicamente, creo que a veces nos falta mucho. Amor a lo que haces porque realmente cuando uno está en una producción tiene que trabajar muchas horas exactamente y tiene que sentir eso como una prolongación del tiempo libre de uno y disfrutarlo. Y entonces eso son cualidades necesarias. Honestidad, organización, control con los recursos y un nivel profesional y estético también en cultura, para poder ser capaz de discutir un guión y de hacer proposiciones para cualquier proyecto que uno aborda.

¿Cuál ha sido su mejor momento acá en el ICAIC?

Hay muchos, hay muchas películas que me han dado mucha satisfacción; El hombre de Maisinicú, Clandestinos, Río negro, Bailando con Margot; la terminé ahora mismo y en fin hay muchos momentos. No puedo decir que uno y después otro, no, hay películas que son fallidas y que uno lamenta, aunque la producción haya sido muy buena, pero la realización no ha llegado a lo que te esperabas.

Siempre hay alguna obra como que más marca que más disfruta ¿Tiene alguna así?

Hay dos: Clandestinos y El hombre de Maisinicú, son así más o menos, pero hay otras también con mucho cariño: Maluala, por las relaciones humanas. En fin hay unas cuantas, son unas 40 películas, tanto nacionales como servicios al extranjero que he participado en largometrajes y documentales otro tanto.

¿Personas claves en su formación?

Mira, en el principio de yo entrar al ICAIC, aquí se hacían cine debates, se veían las películas, se discutían, se debatían y aunque uno iba casi siempre como observador eso te aportaba mucho a la cultura cinematográfica; eso fue muy formativo. Nosotros tuvimos que hacernos empíricamente no pasamos escuela, teníamos una carrera universitaria  que era a fin al trabajo este, sobre todo  en las partes organizativas, pero lo demás hubo que buscarlo sobre la marcha.

Y personas que recuerde que hayan influido..

Hay muchos, muchos; Manolito Pérez,  Fernando Pérez, Manolo Herrera, Sergio Giral, muchos, puedo mencionar muchos más: Enrique Pineda, no quiero en el olvido, por ejemplo hay uno que trabajamos juntos, que fue que hice con él 2 o 3 proyectos, que también. El esposo de Loipa Araujo: Octavio Cortázar, el cual es muy amigo, muy hermano, como fue un hermano tanto mío como de tu padre. Realmente Octavio Cortázar, fue una gente de las que más yo he querido aquí como compañero de trabajo.

¿Qué  opina de los nuevos productores?

Mira, los que están saliendo de escuelas creo que tienen una formación ya, lo que les falta son horas de vuelo para prepararlos. Vienen con otra mentalidad, vienen con otra mentalidad, inclusive alguno de ellos están mejor preparados porque ya tiene la herramienta del internet, que se la buscan para buscar proyectos. Ahí está el futuro, en las nuevas generaciones.

Alguna anécdota que me pueda hacer de alguna producción...

Hay muchas anécdotas, hay muchas, muchas, muchas anécdotas; no sé de qué te sirva.

Durante todo este tiempo que ha estado aquí ¿Qué cambios notables ha habido aquí en el ICAIC que me pueda decir?

Mira, realmente uno como dice cualquier tiempo pasado fue mejor, uno añora mucho la época de Alfredo Guevara, de esta etapa, no quiere decir que sea mejor o peor, pero esta época es distinta.  

Nota: entrevista realizada el 1 de junio de 2016

Foto: Santiago Llapur en el rodaje de El Mayor, junto a la anotadora Maritza Lawrence. Tomada de la ENDAC