Lola y Manuel

Gracias a Julio y a Manolo

Vie, 01/08/2021

Soledad Cruz (periodista y escritora):

Intensa y útil existencia la de Julio García Espinosa a favor de la cultura cubana, a la que nos asomamos provocados por Retrato de un artista siempre adolescente, que De cierta manera, la revista que Luciano Castillo ha traído a la TV para hacernos conocer el devenir del cine cubano, ha presentado en su más reciente emisión.

Desde su estreno este largometraje documental fue favorecido, con razón, por el púbico, la crítica y los jurados que le otorgaron tres premios en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en 2019. El artista inmerso en los contextos siempre convulsos de la creación y los cambios sociales, enfrentado a lo viejo que persiste, intentando a toda costa renovar, proponiendo develar asuntos recónditos desde el documental El Mégano hasta La inútil muerte de mi socio Manolo; las tensiones entre la libertad creativa y el compromiso con el ideal; las deformaciones en el empeño del desarrollo de un cine nacional del cual era fundador; los desentendimientos en el plano estético conceptual con algunos de sus contemporáneos más notables; su fortaleza ante tantos desafíos son algunos de los elementos de este retrato que propician la admiración y la gratitud a Julio García Espinosa, cuya vida y obra son una muestra de resistir los embates, no dejarse aplastar por las circunstancias, no renunciar a los sueños y seguir creando.

Retrato de un artista siempre adolescente produce disfrute y reflexión como se propuso su guionista y director, Manuel Herrera, y convoca a nuevos debates.

Esther Suárez Durán (crítica e investigadora teatral):

Hace unos minutos vi por segunda vez Retrato de un artista siempre adolescente..., documental de Manuel Herrera sobre Julio García Espinosa, ese imprescindible del cine cubano, que deviene, por fuerza en un recorrido por las diversas etapas de nuestra producción cinematográfica post 1959.

Agradecer a Manolo esta excelente obra, estructurada y estilizada, que resulta un merecido homenaje a su protagonista, al cine nuestro y sus artífices a la par que un ensayo sobre diversos temas caros al arte como la cultura popular, las formas de organización para la producción artística, el peso de los dogmas y prejuicios, las relaciones entre arte y política, etc. Es una obra para estudiarla y meditar. Gracias a todos los que la hicieron posible, en primer lugar, a Julio y a Manolo.

(Opiniones cedidas por Lola Calviño para su publicación en Cubacine)