Saltburn

Relato de una obsesión

Jue, 02/29/2024

La obsesión es un sentimiento con múltiples facetas. La necesidad de poseer y ser poseído puede ser una sensación insaciable que condiciona, pervierte y roe la conciencia hasta provocar la destrucción del ser. Mutila el amor, descalabrado por el egoísmo. La obsesión y el deseo tienen un terreno común que yace en el interés, y cuanto más se añore, más viciado se vuelve. Tiene, igual, un componente de venganza como reacción adversa a la calamidad, a las metas no saciadas, a la impotencia.

Este tema encaja perfectamente en otro cuento sobre el joven rechazado socialmente por sus pares, debido a su clase y comportamiento, y que en cambio es acogido por el que sería su contraparte: el muchacho popular y apuesto, de familia pudiente. Relato que llegó a la esfera cinematográfica con Saltburn (2023), dirigido por Emerald Fennell, quien deslumbrara a la crítica especializada con la audacia de Promising Young Woman (2019).

La última entrega de la directora sería totalmente reciclada, insípida y olvidable si no fuera por las diversas fórmulas que utiliza para enriquecer una trama que resulta más que conocida por el público.
Una mansión aristocrática perteneciente a una familia llena de excentricidades y mañas ocultas sirve de escenario para que el protagonista, Oliver Quick (representado por el talentoso Barry Keoghan, quien parece encajar demasiado bien en papeles de muchachos perturbados), saque a relucir su verdadera esencia ante la apariencia simulada y la decadencia de esta familia.

Oliver es un universitario supuestamente tímido y lleno de traumas familiares que, desde su entrada a Oxford, es marginado por sus orígenes y costumbres. Con el tiempo entabla una amistad con Félix (Jacob Elordi), un joven Adonis que vive y disfruta cada uno de los privilegios que su alta clase social le legó. Oliver cae rendido ante los encantos de su nuevo amigo, aunque este por momentos lo rechace o lo manipule. Félix lo invita a su casa para pasar las vacaciones, lugar donde el marginado conocerá la verdadera cara de la perversión debajo de una corona de opulencias, la cual codicia y le hace sentir cómodo.

A Fennell le gustan las emociones fuertes. En su primer proyecto desarrolló un sentido de venganza visceral y punzante, inmerso en un diseño complejo que busca ahogar el dolor a través de la muerte. En su segunda cinta, la obsesión es el engranaje que mueve todo un mecanismo de libertades y libertinajes. Cataliza el deseo como medio para propiciar los intereses particulares de sus personajes. Un tipo de atracción maleada es la base de cada pincelada en la película, indicando que en toda pizca de belleza hay una mezcla de narcisismo, mordacidad y podredumbre encubierta.

Saltburn les realiza un guiño a fábulas como The Talented Mr. Ripley (1999), The Perk of Being a Wallflower (2012) o Goodbye, Berlín (2016) desde el argumento interno y la estructura narrativa que maneja, pero el metraje de Fennell deconstruye este tipo de historias para ahondar en un conflicto antiquísimo: la batalla interna entre el amor y el odio, y las acciones que surgen de ella desde la compulsión perpetua que trae el deseo.
No obstante, en las molduras del relato no existen indicios de ansiedad. Se hilvana la narrativa de forma confiada; sus personajes, perseguidos o perseguidores, andan sin incertidumbre ni sospechas, buscan ser aceptados a toda costa, aunque escondan segundas intenciones o perfidia.

Cada componente de la película aboga por resaltar dicho concepto. Su fotografía se confabula junto al embeleso que va tejiendo su trama. Las escenas poseen una hermosura peculiar que atrae al espectador, haciéndolo partícipe del tema.

El devenir trágico en que se convierte Saltburn se hace disfrutable. Fennell reinventa el significado primario de la obsesión, alejado de la desesperación, para transformarlo en un arma intelectual a favor del interés material, que trae consigo la soledad en una suerte de consecuencia, como la expresión óptima del estado de catarsis tras la articulación de un renovado sentido de venganza.

(Tomado de Cartelera Cine y Video, nro. 219)