NOTICIA
Cine cubano al Festival: escaso pero nunca insignificante
Fundamentalmente ecuatoriana, en coproducción con España y Cuba, es el largometraje de ficción La invención de las especies, escrito y dirigido por Tania Hermida, egresada de la Escuela Internacional de Cine y Tv de San Antonio de los Baños, y rodado completamente en localizaciones de las Islas Galápagos. Con música original de Ulises Hernández, y la participación de las empresas Ventu Productions y Habanero Sales, la película trata sobre una niña de doce años que asume un voto de silencio cuando llega a las islas mencionadas, y allí, en las Galápagos aprende de las iguanas, y aprende a aferrarse a la piedra, a esperar, a sumergirse y a emerger para contar su historia.
En el concurso de óperas primas sí contamos con una representación prestigiosa: la coproducción Fenómenos naturales, de Marcos Díaz Sosa, ambientada a finales de los años ochenta en una granja aislada, cerca de un pequeño pueblo de Santa Clara, allí vive Vilma, una joven enfermera que sueña con un lugar mejor para criar a su futuro bebé junto a su marido discapacitado Iván. Pero ni sus habilidades como enfermera ni como tiradora la sacarán de su dura realidad, hasta que un fenómeno natural se la lleva volando. Vilma despierta en un lugar donde parece que sus sueños se harán realidad. En el reparto están Andrea Doimeadiós, Armando Miguel Gómez, y Mario Guerra, entre otros.
Fenómenos naturales fue beneficiado con el Fondo de Fomento del Cine Cubano en la categoría de Opera Prima, y en esa misma categoría ganó el Premio a mejor Ópera Prima en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara 2024, de modo que el Festival de La Habana puede darle el aval para un posible lanzamiento internacional.
En cuanto a cortos de ficción, Cuba está representada por dos obras: Azul Pandora, de Alán González, y Matar a un Hombre, de Orlando Mora. La primera es una de las ganadoras en la convocatoria de cortometrajes por la igualdad, la no discriminación y los derechos de la comunidad LGBTQ abierta por el ICAIC en 2021 y cuenta la atribulada historia de una trans cubana, encarnada por la actriz que se hace llamar Lady Chiv, acompañada por Eduardo Martínez, Mateo Menéndez y Yaite Ruiz. El guión lo firma Nuri Duarte y cuenta con la fotografía de Lorenzo Casadio; ambos fueron parte del equipo artístico de la opera prima del director, La mujer salvaje.
Orlando Mora es egresado en dirección en FAMCA y en la EICTV. Ha realizado los cortos titulados Brujo amor (2023) y Gémini (2022) entre otros. Con un reparto que incluye a Ángel Ruz, Eduardo Martínez, y Kiriam Gutiérrez, Matar a un hombre es un momento en la historia de Javi, que se aparece por última vez en el club queer donde trabaja como bailarín erótico, pero allí debe lidiar con Castillo, un usuario fijo que se resiste al hecho de que nunca más volverá a verlo.
En trío llegaron los largometrajes documentales que compiten por el Coral en esa categoría: El bosque intermitente, con guion y dirección de Lázaro Lemus; La línea del ombligo, de Carla Valdés León, y La tierra de la ballena, de Armando Capó Ramos. A estos tres largos se suman, con menor duración pero en la misma categoría documental, El Reinado de Antoine, de José Luis Jiménez Gómez y la coproducción con España Futuro, que codirigen Ángel Suárez Ávila y Amanda Cots Martínez. Una sola obra tenemos disponible para el concurso de animación: Bombas de arena, de Keiter Castillo.
Como para demostrar que proyectos e ideas nunca han faltado, el acápite de guiones inéditos cuenta con cinco títulos, que ojalá se alcen con la distinción, pues significaría una ayuda sustancial con vistas a concretar el proyecto. Concursan: Cerro Belmonte, del actor, guionista y director Vladimir Cruz; Lienzo 93, de Lisabeth Rojas Varela y Ranas, de Alejandro Fernandez. A estos tres se unen Tengo una hija en Harvard, de Arturo Sotto, y Travesía, de Amilcar Salatti González.
En la sección Latinoamérica en Perspectiva, figura, en cortometrajes, Mujeres de fe... señales de lealtad, codirigido por Lizette Vila, Sergio Cabrera e Ingrid León, y la coproducción con España Escuchar la sombra, de Miguel G. Morales. Además, por si fuera poco, nuestro cine marcará territorio en las Presentaciones espaciales, donde se exhibirán nuevamente Maisinicú medio siglo después, de Mitchell Lobaina, y Oriki para Bola, de Lourdes de los Santos. Mucha curiosidad puede despertar la coproducción entre Cuba y Estados Unidos titulada Teofilo, de Ethan Higbee. El slogan de este último filme asegura que se trata de la historia del más grande boxeador que ha existido, alguien que jamás peleó por dinero.
Y como estamos en el Festival número 45 se impone el homenaje recordatorio a la primera edición, la de 1979, que ganaron empatadas, la cubana Maluala, de Sergio Giral, y la brasileña Coronel Delmiro Gouveia, de Gerardo Sarno. En las salas festivaleras estarán ambas programadas de nuevo, para recordar las hermosas señales cuyas luces todavía nos iluminan.