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Bandas sonoras en vivo

Vie, 07/04/2025

Son pocas las ocasiones de escuchar música escrita para el cine fuera de la pantalla.  Así como en el ballet y el teatro grandes compositores nuestros han dejado huellas imborrables, para la pantalla grande no pocos han dotado partituras exquisitas.
Excepto con Frank Fernández, José María Vitier y algún que otro, apenas hemos podido disfrutar de la música para el cine que hicieron Leo Brouwer, Sergio Vitier, Carlos Fariña o Edesio Alejandro. 
Por eso fue muy oportuno que en días recientes el Oratorio San Felipe Neri acogiera buena parte de la creación que para ese medio ha realizado durante décadas Ulises Hernández Morgadanes.
Le acompaño la Orquesta del Lyceum Mozartiano de la Habana , institución que él dirige, y que cuenta con la sabia batuta de José Antonio Mendez Padrón. 
Ulises, virtuoso intérprete del piano, gestor de proyectos culturales que han desenterrado obras inmarcesibles de Cervantes, Villa- Lobos y el genio de Salzburgo  desde su impronta habanera; ha rescatado ritmos esenciales de nuestra música como el danzón y triunfado como solista en exigentes escenarios internacionales. 
Pero quizá no muchos conozcan de su rigurosa y sistemática labor en función del cine, la cual data de 198 7 en documentales firmados por  Miriam Talavera, y no se ha detenido hasta hoy, en una nómina que incluye las más diversas autorías fílmicas , que van de Pastor Vega, Arturo Sotto y Kiki Álvarez hasta Léster Hamlet, Rebeca Chávez y Julio Carrillo , sin olvidar filmes y cineastas de República Dominicana, España , Brasil y Ecuador , músicas en más de un caso premiadas y/o nominadas en importantes festivales internacionales, empezando por el de la Habana donde ha obtenido varios Corales así como algún Caracol en el certamen de la Uneac.
Entonces, resultó doblemente gratificante asistir al concierto Música para cine , que nos acercó a algunas de esas maravillosas partituras concebidas por Hernández. 
En ellas se despliega y sintetiza el compositor íntegro, informado,  tan criollo como universal , tan popular   como clásico que es Hernández. 
Repasando filmes de Enrique Kiki Álvarez, Manuel Jorge Pérez , Pavel Giroud o la ecuatoriana Tania Hermida, asistimos lo mismo a células renacentistas y fugas barrocas, que a jugosas herencias de las danzas cervantescas o lecuonianas;  pasajes de un pianismo lirico impresionante ( interpretados, no faltaba más, por él mismo) que evocan la poesía y figura de Carilda Oliver Labra desde  el documental Memorias de la fiebre, que un danzón de  su justamente laureada partitura para La Ola, o un vals y simpáticos momentos lúdicos que sirvieron de apoyatura melódica a La invención de las especies ( Ecuador).
El ensemble acompañante fue más que eso, sino el soporte orquestal indispensable para registrar y proyectar ese inmenso mundo armónico y rítmico que, aunque destinado originalmente a las imágenes fílmicas, posee vida propia al conformar todo un corpus expresivo , de una elocuencia y contundencia absolutas que sigue brillando y diseñando otros universos paralelos, fuera de la sala cinematográfica.
Secciones como las vientos y la percusión, sumados a las ya aplaudidas cuerdas contribuyeron admirablemente a hacer de este concierto un cálido y necesario homenaje a la obra " fílmica" de Ulises Hernández, pero más allá de eso constituyó simplemente una tarde exquisita, de buena música. 
Algo que en tiempos como estos se agradece mucho más.

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